La crisis humanitaria en el Mediterráneo: Panorama de la situación
Malta, pequeña nación insular del Mediterráneo, es una puerta de entrada clave a la Unión Europea, por lo que desempeña un papel importante en las operaciones de búsqueda y salvamento (SAR) de la región. A pesar de sus limitados recursos, la vasta región SAR de Malta abarca una parte significativa del Mediterráneo, incluidas zonas que están más cerca de los puertos italianos que de la propia Malta.
Cada año, miles de inmigrantes arriesgan sus vidas cruzando el Mediterráneo en busca de una vida mejor. Por desgracia, muchos de ellos acaban varados y en apuros en el mar, enfrentándose a dificultades y peligros inimaginables.
Por eso la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar ha codificado la obligación incondicional de todas las naciones de ayudar a quienes se encuentren en peligro en el mar. Esta obligación de prestar servicios de salvamento se define con mayor precisión en el Convenio sobre búsqueda y salvamento (SAR) de la Organización Marítima Internacional (OMI), que garantiza que las operaciones de búsqueda y salvamento serán coordinadas por las organizaciones SAR de cada región, en cualquier parte del mundo.

La responsabilidad de la SAR maltesa: Una cuestión de definición
La OMI ha dividido los océanos del mundo en 13 Zonas de Búsqueda y Salvamento. Cada Zona cuenta con las denominadas Regiones SAR designadas (SRR). Malta, al estar situada en medio del Mar Mediterráneo, tiene una Región SAR extremadamente grande que cubre más de 260.000 kilómetros cuadrados, en comparación con su tamaño real. Dentro de esta Región SAR, Malta se compromete a prestar ayuda y asistencia. Sin embargo, si Malta se entera de un incidente de socorro que ha ocurrido más allá de su Región SAR, Malta está obligada a tomar medidas inmediatas y notificar al Centro de Coordinación de Rescate (RCC) responsable en esa área.
Mientras que el Convenio SAR exige a las naciones que trabajen juntas y garanticen que los capitanes de los buques que cumplan con su deber de rescatar a las personas en peligro, queden libres de obligaciones con una desviación mínima de su ruta prevista. Existe un debate en curso sobre los CCR con la obligación de proporcionar un "lugar seguro" para que las personas desembarquen y reciban asistencia.
¿Por qué es tan importante esta formulación? Lo veremos enseguida.
Aclaremos algunas definiciones.
Si quisiéramos definir el controvertido término "lugar seguro", tendríamos que ser sinceros y decir que no existe.
No obstante, el concepto de "lugar seguro" es una cuestión fundamental en las operaciones de búsqueda y salvamento (SAR) en el mar, sobre todo en los casos de migrantes y refugiados. El Convenio SAR de la OMI, que rige dichas operaciones, no ofrece una definición clara de este concepto. Tampoco especifica qué Estado es responsable de prestar asistencia en una situación determinada.
A modo de ayuda, la Organización Marítima Internacional (OMI) adoptó las "Directrices sobre el trato de las personas rescatadas en el mar" para proporcionar asistencia sobre la interpretación de las obligaciones de prestar ayuda en el mar.
Según estas directrices, un lugar seguro se define como "un lugar en el que se considera que las operaciones de rescate han terminado. También es un lugar donde la seguridad de la vida de los supervivientes ya no está amenazada y donde pueden satisfacerse sus necesidades humanas básicas (como alimentos, refugio y necesidades médicas)."
Hay quien opina que la obligación del Estado ribereño de permitir el desembarco en su país está implícita en la Convención SAR. Esto significa que un lugar seguro no puede considerarse "seguro" para los refugiados simplemente porque se haya evitado la angustia en el mar. Por el contrario, un lugar sólo se considera seguro cuando se garantiza la no devolución, lo que significa que las personas rescatadas no serán devueltas a un lugar donde su vida o su libertad estén amenazadas.
Para que esta frase tan complicada sea más literal veamos un simple ejemplo teórico. Imagine que ha rescatado a personas en apuros de un barco que se hunde en medio del océano Pacífico. De camino a su puerto de destino, hay varias islas desiertas en las que desembarcará a las personas rescatadas y después su barco seguirá su alegre camino. En teoría, las personas ya no están en peligro, porque ya no corren peligro de ahogarse. Sin embargo, ¿considerarías que esta isla desierta es un "lugar seguro"? Dejándoles sin agua, comida, atención médica o transporte para salir libremente de la isla en la que les desembarcaste. ¿Los dejarías allí de todos modos? Probablemente no.

Este ejemplo podría trasladarse a la situación de Libia, aunque hay que señalar que la situación es mucho más compleja que la de una isla desierta. A pesar de la adopción de las directrices de la OMI, los principios del desembarco no se han incorporado con éxito al Convenio SAR, lo que ha provocado confusión y desacuerdos entre los Estados costeros en cuanto a sus obligaciones de proporcionar un lugar seguro y permitir el desembarco.
Choque diplomático Malta-Italia: la disputa del desembarco
Un tema que se ha repetido una y otra vez en los medios de comunicación es el actual enfrentamiento diplomático entre Malta e Italia por las operaciones de rescate y desembarco de los migrantes rescatados en el mar. Mientras que Malta está obligada a garantizar el desembarco de las personas rescatadas dentro de su región SAR en el puerto seguro más cercano. Italia entiende que el desembarco en el régimen SAR debe producirse en el Estado responsable de la región SAR.
Esto ha provocado constantes disputas sobre qué Estado es responsable de las operaciones de rescate y desembarco, sobre todo en los casos en que las personas son rescatadas dentro de la región SAR de Malta pero se encuentran más cerca de Italia.
Además, Malta no aceptó las directrices de 2004 sobre búsqueda y salvamento marítimos, concebidas para proporcionar un marco de operaciones SAR coordinadas y promover el rápido desembarco de las personas rescatadas. Habrían hecho a Malta responsable de casi todas las operaciones SAR de la región. Además, Malta tampoco aceptó las Directrices sobre el trato de las personas rescatadas en el mar, a pesar de que pretenden orientar sobre cómo tratar a las personas rescatadas, incluido dónde desembarcarlas.
Para poner esto en perspectiva. Se produce una emergencia en la Región de Búsqueda y Rescate (SRR) de Malta, pero el lugar del incidente está más cerca de Lampedusa. En opinión de Malta, dado que la situación de peligro se produce en su SRR, es su obligación garantizar el rescate, pero las personas rescatadas deben ser desembarcadas en el puerto seguro más cercano, es decir, Lampedusa. Por el contrario, Italia opina que, dado que la emergencia se ha producido en la región de búsqueda y salvamento maltesa, debe coordinar y facilitar el puerto de desembarco, en Malta.

Malta en la encrucijada: En busca de soluciones para los retos del desembarco
Para hacer frente a estos retos, Malta ha firmado un Memorando de Entendimiento (MoU) con Libia para coordinarse y apoyarse mutuamente en las operaciones SAR dentro de sus respectivas regiones. Esto incluye formación conjunta, intercambio de visitas y reuniones periódicas para garantizar una cooperación continua. Sin embargo, el conflicto armado en Libia ha dejado en suspenso el MdE, lo que plantea dudas sobre si Libia puede considerarse un "lugar seguro" a efectos de desembarco tras una interceptación en el mar. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha considerado que Libia no es un lugar seguro para tales fines, citando la volatilidad del país y las violaciones de los derechos humanos. Esto ha provocado varias disputas diplomáticas en los últimos años, en las que se ha denegado la entrada en los puertos a barcos con migrantes rescatados, que han quedado varados en el mar.
La falta de acuerdo sobre lo que constituye un "lugar seguro" y la responsabilidad primaria del Estado responsable de la región SAR ha hecho que la situación dependa más de la buena voluntad política. Aunque el Convenio SAR sólo obliga a los estados a coordinar los servicios SAR en sus propias áreas de responsabilidad, la falta de cooperación puede ser criticada pero es difícil de perseguir sin una legislación nacional específica. La Organización Marítima Internacional (OMI) ha proporcionado orientaciones sobre las operaciones SAR, pero la cuestión de encontrar una solución rápida a la afluencia de migrantes en la ruta del Mediterráneo Central sigue sin resolverse.
La ubicación única de Malta y sus asociaciones estratégicas con los países vecinos demuestran su compromiso de garantizar un Mediterráneo seguro para todos. Sin embargo, la cuestión de dónde se puede desembarcar a las personas rescatadas con arreglo al marco jurídico actual sigue siendo un reto importante para las operaciones SAR en la región.
En punto muerto: agotado el papel del Derecho marítimo frente a la crisis
La ratificación de las Enmiendas de 2004 al Convenio SAR por parte de Malta supondría un gran logro, ya que la mayoría de los Estados ribereños de la cuenca mediterránea hablarían el mismo "idioma". La aplicación de las enmiendas garantizaría que la obligación del capitán de prestar asistencia se complemente con la correspondiente obligación de cooperar en situaciones de rescate, liberando así al capitán de la responsabilidad de ocuparse de los supervivientes y permitiendo que las personas rescatadas en el mar en tales circunstancias sean entregadas rápidamente a un lugar seguro, sea cual sea. Además, el seguimiento de las Directrices y los Principios aclararía las implicaciones de la noción de lugar seguro.
El objetivo de cualquier operación de rescate es salvar vidas, y los supervivientes no deben ser llevados a un lugar donde puedan correr más riesgos o ser objeto de persecución. La elección de un lugar seguro no debería depender de un capitán y su tripulación, sino que debería ser responsabilidad de un Estado. En general, la cuestión de encontrar un lugar seguro para las personas rescatadas en el mar es compleja y requiere la cooperación y coordinación entre múltiples Estados. La ratificación de las Enmiendas de 2004 al Convenio SAR por más Estados ribereños de la cuenca mediterránea sería un paso en la dirección correcta, pero aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar la seguridad y la protección de las personas rescatadas en el mar.
Espero que esto les haya dado una idea general de lo compleja que es la situación en el Mediterráneo.